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Mostrando entradas de 2016

Ser Selectivo en tus batallas

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Le pregunte una tarde a la prima Catalina, cuál es el secreto de la paz con la que ahora va por el mundo, yo, que la conocía tiempo atrás cuando corría por la vida como si la siguiera un león… En otra vida que tuve, me dijo, mi principal objetivo desde que mis pies pisaban el suelo en la mañana y hasta el momento de volverlos a subir a la cama, era tener la razón. No importaba que tan absurda o lejana fuera la causa.   Además en esa vida, el señor que compartía mi cama (y mi vida) compartía conmigo el mismo objetivo. Situación que se vuelve bastante complicada si piensas que dos personas en una misma casa no pueden tener siempre la razón, al menos no al mismo tiempo y todo el tiempo. Esto me mandaba por la vida totalmente exhausta y alterada, todos mis sentidos alertas en lograr mi objetivo, en tener la razón siempre. Un día mi competencia decidió marcharse, al principio me perdí porque no conocía otra forma  de ir por la vida. Entonces vivimos solas mi gata Maca

Alcalá de Henares

Una buena amiga mía, L, obtuvo una beca para ir a Madrid a hacer unas investigaciones, el saberla allá, en una de mis ciudades favoritas “no obstante”, me trajo muchos recuerdos.  Ella está trabajando para la Universidad de Alcalá de Henares. Yo estuve en Alcala algunas veces…. En otra vida, tuve un novio “temporal”, un lio como dirían los españoles, que decía que los amaneceres en Alcalá de Henares son los más hermosos.  Alcalá es un pueblecito al que se va y se viene desde Madrid en minutos, para probar la teoría, accedí a irme con el… fueron unos buenos días, aunque realmente los amaneceres son los mismos que en Madrid, pero el tipo estaba muy bien hecho. Aún conservo la revista “Hola” donde lo encontré meses después de que la belleza de los amaneceres no fuera suficiente, y yo regresara a mi vida. Con el paso de muchos años, de muchas vidas, tengo la certeza de que la importancia de los líos está en recordarlos atemporales, buenos recuerdos de una época en la que nos a

El dolor de otros

Dónde ponemos las tragedias cuando nos alcanzan? Que hacemos con ellas?   A pesar de vivir con la certeza de que la vida dura dos días, de pronto algo nos alcanza y nos recuerda que posiblemente dos días sea mucho. Cuando la tragedia alcanza a los otros, quizá lo vemos con un poco de misericordia, pero lejano, hacemos un esfuerzo por ponernos en el zapato del otro, pero eventualmente, requerimos volver a nuestros zapatos, a nuestra vida, a nuestros pendientes.        Cuando la tragedia nos alcanza a nosotros, y al decir nosotros lo encierro en primera persona y en el plural de los nuestros, entonces en definitiva son nuestros zapatos.  Y hay que cambiar los planes, y ajustar horarios, y mientras resolvemos lo urgente, nos planteamos cómo será el futuro, cómo aprenderemos, y si tuviéramos un momento, nos asombraríamos de dónde sacamos las fuerzas para seguir despiertos, cargando, consolando, resolviendo… Ante la tragedia nos preguntamos dónde estaba Dios cuando las cosas pasaron,

Despertar agradeciendo

Como parte de un programa de Health Coach en el que tengo tres semanas, cambiando mis hábitos por mejores hábitos, mi misión a partir de hoy escribir los primeros 10 minutos después de despertar y sobre todo, agradecer.  Por eso el primer día mi agradecimiento es para mi HC, por ponerme a escribir. Quien me conozca un poquito en serio, sabe que las letras es un ingrediente indispensable en mi esencia, sin embargo, por los millones de pendientes que me tienen los últimos años sumergida en otra vida, he abandonado este placer por las letras, placer y alimento. Agradecer si es un hábito que aprendí hace apenas 5 años, cuando, citando a Miguel Mateos “me rompieron mi corazón en mil pedazos”… Hoy desde que desperté, lo que me vino a la mente, (después de agradecer por mi HC), es agradecer por dos milagros o coincidencias que ocurrieron en mi vida. Precisamente el día de mi vida que recuerdo más obscuro y más frío, fue un 18 de noviembre de hace 5 años, es una fecha que difícilmente olv

Depresión

Ayer un buen amigo se acercó a la prima  Catalina para preguntarle cómo podía curarse la depresión, ella observó sus ojos tristes, esos ojos verdes que alguna vez tuvieron tanta chispa que opacaban el sol, con cualquier otra persona el remedio hubiera sido, duerme 8 horas a pierna suelta, corre 7 kilómetros al aire libre y comete un buen chocolate obscuro, ese remedio para la depresión le ha servido por años a la prima Catalina, con  eso ha cambiado de casa, de vida, de clima y de país, pero estaba segura el mal de aquel era tal que eso no serviría. Enamórate hasta que te duelan las uñas, le dijo, de quien tu quieras, de lo que tu quieras, sirve mas si es de tu mujer, eso evita daños colaterales, pero tu mal es tanto que ya no me importa, enamórate de alguien, de algo, encuentra algo que te encienda el corazón, que te vuelva loco, que no te deje dormir, ni comer, ni pensar, enamórate como cuando tenías 15, suspira, sueña, planea, pero enamórate pronto, antes que esos ojos ver

La única Certeza

L a única certeza con la que duerme y despierta Catalina es que su tercer marido la adora. Quizá hay mujeres que encuentran esa certeza en el primer y único marido,  a Catalina le ha costado media vida, pero finalmente, encontró el remedio para aquel insomnio interminable, y se tiende a dormir tranquila junto a ese cuerpo tibio, blanco, despierta iluminada por esos ojos como estrellas con una media luna cruzando las pupilas, los ojos mas raros que ha visto en su vida, esas medias lunas se clavaron en su corazón desde que las descubrió, era una tarde fresca de marzo, anochecía, y al mirarlo a  él, las descubrió. Esos ojos que la miraban fijo, que prometían no mentir, no mirar para otro lado, solo mirarla a ella, mirarla hasta derretirla, hasta fundirla, quitarle para siempre ese frío que le calaba los huesos, ojos que le recuerdan cada mañana que para él ella es la mas hermosa, la única, que daría esos ojos por ella... La única certeza que tiene Catalina, es que esos ojos son suyos

La mujer en la que no me convertí

Hoy por la mañana me topé con la mujer en la que me pude haber convertido si el amor no me hubiera salvado, verla ahí delante de mí y sentir esa certeza profunda de que yo fácilmente pude ser lo que ella es, que las personas a mi alrededor me vieran y percibieran en mí, lo que se percibe en ella, que no es otra cosa mas que una profunda soledad, inseguridad y desconfianza… esa búsqueda de aceptación en la mirada de todos, esa adicción a que la observen con deseo, esa búsqueda de perfección del cuerpo, miedo a envejecer, miedo a perder la firmeza porque sabe, y lo sabe muy bien, que esa firmeza es lo que atrae la mirada y la atención… A mí el amor me salvó, y no hay nada antes que yo agradezca en la mañana, cuando me despierto iluminada por esos ojos que me aceptan, que me aman, que darían su luz por mí. Esa mirada cómplice y sonriente, con la carga equilibrada de deseo, dulzura, comprensión y amor.   El amor que me salvó me hace imaginar que un día envejeceré y me hace

La Maldición de la Bruja

Hace muchos años, cuando el marido de la prima Catalina tuvo a bien morirse, ella odió un rato a la mujer con la que se fue, solo un rato, pues en su vida y en su cabeza hay tantas cosas buenas que no le da mucho el tiempo para odiar a nadie. Ese rato en el que la odió, encontró unas letras suyas que hablaban de su nueva vida, de los tuppers que tenía, de sus muebles de madera, y a la prima Catalina le dio tanto coraje como aquella desconocida hablaba de los tuppers como si siempre hubieran sido de ella y no que venían en el menaje con que salió su marido de su casa. Así que no aguanto y le dejó una nota debajo de sus letras, “disfruta tus tuppers y todo lo que llegó usado de mi casa. Y ten miedo, porque yo te maldigo a ti y a tu descendencia, mientras estés viva no podrás dormir bien, siempre estará mi sombra en tus sueños causándote insonmio”. La prima Catalina fue mala ese rato, pero después lo olvidó, como todo aquello que antes o después se olvida y así han pasado m

Aquella Carta

Ayer encontré esa carta que te escribí cuando pensé que no te sobreviviría, fue hace muchos años, cuando enferme de cáncer y pensé que podía morirme antes que tú, en ese momento no me pasaba por la mente que podías morirte antes o bien, desaparecer de mi vida como lo hiciste, no recuerdo bien lo que dice y no estoy segura de querer leerla nuevamente, la encontré, y volví a ponerla en la misma caja en la que estaba, para ir al mar a buscar el valor para leerla o quemarla, pues es claro que tú ya no la encontrarás, que lo que sea que hayan dicho mis letras ya no es para ti y ya no interesa. Seguramente la quemaré a mi regreso, sin leerla, no creo que siquiera valga la pena volver a leer algo que era para ti. 

Finalmente adios

Finalmente puedo decirte adios, han pasado muchos años desde que decidí que estabas muerto, reviso mis letras de años atrás y me sorprende lo mucho que me dolió tu traición, lo mucho que me afectó en el cuerpo y en mi alma lo que hiciste, como lloraba y el vacío que me dejaste al partir.  Leo y no puedo creer como lograste que te amara yo tanto, y sin embargo te veo hoy, lo que eres, lo que realmente fuiste y me convenzo que no te conocía, que estaba perdidamente enamorada de una idea que no corresponde a lo que eres.  Cómo pude pensar que sacabas lo mejor de mi si todo el tiempo estaba irritada y cansada, y deseosa de no estar contigo, cómo pude pensar en morirme antes que tú para que no lloraras tu mi ausencia, cómo pudo dolerme tanto, cómo deje que me rompieras así, cómo pude creer que me amabas cuando en realidad ni siquiera sabes cómo se escribe la palabra, mucho menos como se siente en el cuerpo. Finalmente esta semana puedo decirte adiós, puedo ver cerrado este círculo vic