Macadamia, Arnica y otras historias de la Prima Catalina

Este blog lo escribí en diciembre de 2010. Cuando la prima Catalina tenía el corazón roto, afortunadamente el tiempo pasó y sanó todas sus heridas... La prima Catalina Mi prima Catalina empezó el año perdiendo y acabo perdida. De pronto todo con lo que le era importante desapareció. Perdió su faro, extravió su norte. La movieron de tierra y una mañana soleada descubrió que ya no había secretos para ella en ese obligo ajeno que creía suyo, y los brazos que eran su hogar se entregaron a otra como quien entrega el coche a un valet parking. Ya no encontró estrellas en esa mirada que llevaba 9 años acompañándola, ya no sintió calor en el abrazo y perdió el sentido del olfato. Se sintió morir. Ha pasado un mes, la tristeza se le ha quedado en el cuerpo y la ha puesto mas guapa. Su madre dice que desde que nació ha sido muy fuerte y sobre todo libre… así que se puso a poner los ladrillos de lo que ahora si será su hogar, pues nunca mas lo buscará en unos brazos, se puso a llenar

Y así de pronto nos topamos con tu ex, aquella que un día decidió tatuarse tu nombre en algún lado y tenía la manía de llamar los primeros 2 meses en la madrugada. Un claro booty call, lo cierto es que de alguna forma terminaste con ello al momento que dije “esta es la última vez que llama” y así fue, qué hiciste, qué le dijiste? No lo sé, solo se que efectivamente esa fue la última vez y con eso me es suficiente.  Pues hoy la vimos entrar,  tú la reconociste y a mi solo me gustó su corte de cabello, los gustos que uno llega a tener en común.   Yo, camino con la certeza de que decidiste ser solo para mi y yo para ti, no tengo la menor duda ni de ti ni de mi y esto no es un tema de autoestima o algo así, ni siquiera sé si es guapa o no, sé qué alguna vez sentiste atracción por ella y también sé, que decidiste estar conmigo, sin embargo, no deja de distraer mi atención el cosquilleo de un alguna vez fuiste con otra lo que eres conmigo, y alguien más tuvo todo tu amor y en ella fi

Catalina creció con un padre machista post moderno, que al haberle “tocado” dos hijas no le quedó más remedio que educarlas para evitar que cayeran en manos de otro macho. Así que a Catalina, la mayor, particularmente, le sembró ese deseo de llegar muy lejos, de estudiar, de no necesitar un marido para mantenerse y ser feliz. Más de una vez escucho a su padre decirle: que nunca ningún ca...n te ponga el pie en la cabeza... Eso, de la mano con la figura materna, limitada y amorosa que necesita al marido a cada paso que da, hizo de Catalina una mujer fuerte pero siempre con miedo a depender de un hombre. Eso quizá le costó dos divorcios, lo cual seguramente es lo mejor que le ha pasado, pero hasta que entendió ella sola el equilibrio logró tener paz en su casa, en su ombligo y en su vida. Fue hasta el tercer marido que Catalina entendió que puede dejarse cuidar sin perder el poder, que encontró la confianza para dejarse consentir sin que eso implique dependencia, porque es una mujer que

No hay un solo capricho, un solo deseo, ambición, anhelo , ansia , avidez, codicia, pretensión, afán , aspiración, apetencia, gana, apetito , reconcomio , prurito, antojo que no le cumpla su marido a Catalina. Desde que él entró en su vida se ha encargado de leerle el pensamiento, los ojos, el ombligo, a adivinarle las ganas, a consentirla con todo su ser.  Si a ella le hace falta un broche para el cabello o si se le antoja un chocolate determinado, su marido se encarga de sorprenderle y cubrirle el deseo o necesidad, capricho o antojo.  Catalina no puede imaginar que haya una persona en la vida capaz de consentirla y quererla como su marido.