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Mostrando entradas de enero, 2015

El Garrapata

El día que la prima Catalina pudo ver a su difunto esposo a los ojos y le dijo claro y de frente:  “Eres una garrapata… siempre lo has sido”, sintió como se alejaban de su cuerpo un montón de fantasmas, comenzó a tener los recuerdos más claros, se aligeró el peso que durante 4 años llevaba en los hombros… finalmente logro verlo tal cual había sido siempre, pero sin el cristal rosa de cuando estaba enamorada… finalmente pudo dar fin a esos cuatro años de luto que había cargado en el cuerpo desde que su marido decidió morirse para meterse entre otras piernas y perder el pasado entre una piel menos blanca que la de la prima Catalina…. “Eres una garrapata…” le repitió, disfrutando el efecto que esas 3 palabras le surtían en el cuerpo, mientras que el individuo la miraba sin poderlo creer… “y siempre serás una garrapata” , la diferencia es que yo puedo seguir sin ti, y tu tendrás que buscar otra vida de la cual alimentarte porque seguro esas piernas en las que te fuiste a perder ya te

Veinte años

Tenemos veinte años queríendonos a destiempo. Y no me queda duda que en esos veinte años nos hemos querido todo el tiempo, pero por torpes, por ingratos, ni siquiera seis meses nos quisimos al mismo tiempo. El rosa mexicano en una pared, las gitanillas en una ventana siempre serán el recuerdo de esos seis meses que logramos querernos de corrido y sin pausas, probando una vida a la que no nos atrevimos, y después, venga otra vez a querernos a destiempo... Todo el tiempo.

Las letras de la Prima Catalina

Hay cosas que la prima Catalina no estaba dispuesta a regalarle a la mujer que  tuvo a bien llevarse a su marido, si bien, le está totalmente agradecida por el favorcito, ya le dejó bastante, el paquete incluía desde la cama, hasta la vajilla, y hoy a cinco años de que aquella se ganara la rifa del tigre y se lo llevará a su casa, la prima Catalina con gusto habría dado un poco mas a cambio de esta paz que siente, porque no hay mujerer, por mas bruja que sea, que no merezca unos años de viudez... sin embargo, ya darle sus letras era pasarse un poco de la raya, le dejó su pasado, pero de ninguna forma iba a acceder a regalarle su futuro. Así que tuvo a bien tomar la maseta donde tiene el alma e instalarse en otro espacio, lejos de que aquella buena mujer pudiera leerla, dejando si un poco la puerta abierta porque a veces, y solo a veces, le gustaría poder decirle tantas cosas...   Y es que ella sabe, nadie mejor que Catalina para saber que ese hombre no es conveniente, y le encantaria