Macadamia, Arnica y otras historias de la Prima Catalina

El señor de su casa y de su vida le preguntó... como estas?? como te sientes?? Terrible pregunta,  ese tipo de cuestionamientos siempre le han perdido... ella siente... y entonces, se pierde en un mar de adjetivos: me siento nostálgica, de dejar estas paredes que durante tres años nos han abrigado y nos han hecho vivir en  poco  tiempo una vida... me siento emocionada, de volver al mar, de tener un techo que sea nuestro en común, que nos costó tiempo, esfuerzo, sonrisas, corajes, que elegimos cada color y cada pared, que sufrimos el piso, me siento orgullosa y cansada, por este viaje de cinco años, de perderme y de encontrarme, de buscarme y de quedarme quieta... triste, contenta, nerviosa, agitada, miedosa, alegre, optimista, sobrecogida, ilusionada... siento tantas cosas a la vez, pero sobre todo siento paz...

Vuelvo al mar, y es volver al hogar, tardé cinco años pero regresé, el viaje fue brusco y pesado, pero aprendí grandes lecciones, me encontré y solo entonces, encontré el camino de regreso. Me instalé en un sillón azul, pequeño, justo a lo largo de mis piernas, lo acomode junto a un ventanal, por el entra el aire, el sol y el azul del mar... cubrí la pared de libros, y me instalé... heredé mis libreros a dos pequeños lectores con el augurio de una buena vida y muchos viajes...

La prima Ana tiene una amiga que anda en enredos con un señor que no es su marido, y lleva días consternada ante la noticia pues no termina de entender...  Ana es dueña de una florería lo cual implica que es "dueña" de su tiempo,  empieza a correr desde antes que salga el sol y corre todo el día, llega a las 10 am al negocio después de haber despachado al marido y a la niñas, ve los pendientes con sus tres empleadas, programa las entregas de la tarde y la siguiente mañana, revisa que no haya problemas con las unidades, revisa la página de internet, responde algunos correos y así le da el medio día, corre a la casa a preparar la comida y el lonche del día siguiente, come con sus hijas,  quizá se tira a leer unas letras, nunca mas de 15 minutos, contesta correos, hace y revisa tarea, alguna vuelta  al super, al mercado, a la tintorería, a una fiesta de las niñas, al ballett y le llega la noche, hace la cena, habla con su marido y se tira a las 11 pm a dormir exhausta... la prim