41

Y Catalina cumplió 41 años y le llegó el día de forma tan repentina y rápida que aunque preparó con tiempo su fiesta de cumpleaños, se le hizo el tiempo poco para convivir y comer ... no pudo beber porque tenía una gripa enorme que no está segura de que tierras venía arrastrando, pero vio a personas que añoraba ver y otras que llegaron con el aire porque su presencia estaba en otro lado.

Catalina aprendió a celebrar cada día, a agradecer a la tierra, a Dios, a la virgen, al buda, a los dioses de sus antepasados y los nuevos que tienen el beneficio de envejecer. Celebra la vida en honor de los que ya no están, celebra y es feliz, cómo aprendió a serlo... 41 y muchas vidas... 

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