2018

Cada año solía escribir, antes de que terminara diciembre una lista de mis bendiciones y agradecimientos, sin embargo, cada año pasa más rápido para mi, imagino que es la edad, cuando tenía 5 años los años eran largísimos, ahora se me van en un abrir y cerrar de ojos.

El otro día mientras me arreglaba frente al espejo pensaba en todas esas decisiones que han hecho de mi lo que soy hoy,  como verme en medio del camino ante una bifurcación, y tomar una la decisión de tomar un camino y no el otro, bajo una mezcla de esperanza y melatismo.  O bifurcaciones que tuve que tomar, quizá sin pensar mucho, porque debía tomarlas o porque de pronto el destino me hizo tomarlas pero que pudieron hacer de mi vida algo muy distinto.

Cuando salía de la preparatoria tuve una beca premio para acudir a una de las mejores universidades de México, esa beca la estaba "peleando"con un compañero que quería ser médico, yo en ese momento tenía claro que quería ser abogada, y que no quería estudiar en el pueblo en el que vivía, de alguna forma soñaba en tener mas mundo del que tenía en ese momento, las cosas se pusieron complicadas porque ambos estábamos muy pegados en los promedios, finalmente yo obtuve la beca por una décima en el promedio final de la preparatoria. El terminó estudiando en una universidad pública, no estudió medicina, y hoy es director de recursos humanos de una gran empresa nacional y está feliz, porque dentro de su corazón sabía que eso era lo que deseaba ser. Yo estudié derecho en esa universidad importante, he terminado tres maestrías, y soy muy feliz en donde estoy. Seguramente de haber obtenido él la beca,  tanto mi vida como la suya hubieran sido muy distintas. 

Para llegar a dónde estoy he tenido que hacer muchos sacrificios, perder muchas cosas, despertarme temprano, dormirme tarde, vivir donde no quería vivir, y también he tenido la oportunidad de decidir qué sacrificios estaba dispuesta a hacer y cuál no, quizá hubiera podido llegar mas lejos, ser mas importante, trabajar en otro lugar, pero un día decidí, y creo que esa es la parte importante, qué camino quería seguir  y qué sacrificios si estaba dispuesta a hacer, y cuáles,  mas que sacrificios representaban obtener algo que no quería tener... algunas veces porque el destino me dio alguna patada que me obligó a ver un camino que no había visto.

Y así, de una forma u otra, soy una mujer afortunada porque estoy donde decidí estar, tengo lo que deseo tener, quizá no es lo que siempre había deseado, porque entonces no tenía las circunstancias que tengo ahora, pero hoy si tengo lo que quiero tener, estoy en el camino que quiero estar y he adquirido la experiencia y la paz para sentarme a ver a dónde quiero ir en la siguiente bifurcación, cuáles serán sus consecuencias, qué sacrificios me implica y qué recompensas... 

Así que bienvenido 2018, vamos a caminar...

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