40 años
Varias cosas marcaron el cumpleaños número 40 de la prima Catalina.
Decidió pasarlo en Italia, dejándose querer, caminando historia y comiendo Gelatos. Cada día de su viaje disfrutó un Gelato, probó muchos sabores y los fue guardando en su memoria. Caminó por sitios que tenia ganas de caminar, tomo del agua de varias fuentes, cuidó a su marido que enfermó del estómago por el agua de esas fuentes y compartió con él sus sitios favoritos de esa tierra que de alguna forma siente suya...
Estando allá le avisaron de dos muertes, primero una figura paterna que ella adoptó varias vidas atrás, con quien compartió muchas horas de su tiempo y a quien francamente estimaba y respetaba y por quien siempre se sintió querida. Unas horas después debió suspender su viaje, pues avisaron de la segunda muerte, su suegro, esa otra figura paterna a quien adoptó en esta vida, de cuyos ojos se prendió desde el primer día que lo vio, solo conoce dos personas en el mundo con esa luna en los ojos, su marido y su suegro. De alguna forma el abuelo que perdió de adolescente, 95 años... el le habló de esos viajes en barco que hizo su abuelo, de la guerra civil, del primer vuelo en avión, del sabor de los dátiles, el oporto y el turrón. Con el jugó a las cartas y se permitió una ternura que no se ha permitido nunca y que tampoco podían permitirse para él sus hijos.
Dos figuras paternas que se van al cielo... el cancelar el viaje la llevó a Madrid... donde pensó que nunca volvería, pero la ruta que encontraron de avión pasaba por ahí y daba tiempo de comer. Comió delicioso, se llenó el paladar del sabor de boquerón y la carne a la piedra, y sobre puso recuerdos... saludó al oso y al madroño, camino por Sol y besó a su marido con pasión en la plaza mayor... prueba superada, quizá por voluntad no iba a volver a esa ciudad pero el destino se empeñó y ella se dejó llevar....
Volvió a México unos días después de su cumpleaños con el alma triste por la pérdida, con la tranquilidad de que ambos están en el cielo, con el triunfo de haber superado Madrid, con el cuerpo y el corazón lleno de amor y un kilo extra por los Gelatos, nunca un kilo de mas ha sido tan bien ganado!
Feliz cumpleaños Catalina!
Decidió pasarlo en Italia, dejándose querer, caminando historia y comiendo Gelatos. Cada día de su viaje disfrutó un Gelato, probó muchos sabores y los fue guardando en su memoria. Caminó por sitios que tenia ganas de caminar, tomo del agua de varias fuentes, cuidó a su marido que enfermó del estómago por el agua de esas fuentes y compartió con él sus sitios favoritos de esa tierra que de alguna forma siente suya...
Estando allá le avisaron de dos muertes, primero una figura paterna que ella adoptó varias vidas atrás, con quien compartió muchas horas de su tiempo y a quien francamente estimaba y respetaba y por quien siempre se sintió querida. Unas horas después debió suspender su viaje, pues avisaron de la segunda muerte, su suegro, esa otra figura paterna a quien adoptó en esta vida, de cuyos ojos se prendió desde el primer día que lo vio, solo conoce dos personas en el mundo con esa luna en los ojos, su marido y su suegro. De alguna forma el abuelo que perdió de adolescente, 95 años... el le habló de esos viajes en barco que hizo su abuelo, de la guerra civil, del primer vuelo en avión, del sabor de los dátiles, el oporto y el turrón. Con el jugó a las cartas y se permitió una ternura que no se ha permitido nunca y que tampoco podían permitirse para él sus hijos.
Dos figuras paternas que se van al cielo... el cancelar el viaje la llevó a Madrid... donde pensó que nunca volvería, pero la ruta que encontraron de avión pasaba por ahí y daba tiempo de comer. Comió delicioso, se llenó el paladar del sabor de boquerón y la carne a la piedra, y sobre puso recuerdos... saludó al oso y al madroño, camino por Sol y besó a su marido con pasión en la plaza mayor... prueba superada, quizá por voluntad no iba a volver a esa ciudad pero el destino se empeñó y ella se dejó llevar....
Volvió a México unos días después de su cumpleaños con el alma triste por la pérdida, con la tranquilidad de que ambos están en el cielo, con el triunfo de haber superado Madrid, con el cuerpo y el corazón lleno de amor y un kilo extra por los Gelatos, nunca un kilo de mas ha sido tan bien ganado!
Feliz cumpleaños Catalina!
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