Hasta pronto mi Negro.

Han pasado dos semanas desde que me llamaron para decirme que te habias ido a Nueva York, durante todo este tiempo solo he tenido palabras en mi corazón que no lograban ponerse en orden y salir... recuerdo el día que te conocí, en otra vida, estabas sentadado en tu escritorio rodeado de papeles con esa sonrisa tan tuya, me enseñaste el concepto de la gente buena, de esos que son nacidos en otro estado pero totalmente baja californianos.   Cuantas veces arreglamos el mundo entre papeles o entre cheves, tengo, afortunadamente, un monton de recuerdos tuyos, no hay un carro que no haya comprado sin que tu me dieras tu opinión, en la mayoría tu me acompañaste por ellos, tu me trajiste a casa mis primeros dos gatos y me regalaste mi hielera de rueditas, tu me contagiaste la pasión por este tierra... tu mi negro, que un día despues de despedir a otro amigo  te pedi que te cuidaras, que no queria que tu fueras el siguiente a quien enterrara... y mira el caso que me hiciste...  años despues tengo que decirte adios, así, con estas letras.   Me queda en mi corazón que tu sabias cuanto te quería, que cada vez que te abrace te lo dije, me dejas con tu partida otras enseñanzas.
Me hiciste hablarle a aquel romance que tuve para hacer las paces, me hiciste pensar en ordenar las cosas de mi vida que no habia ordenado, me hiciste recordar lo efímeros que somos, lo fácil que nos vamos, y lo mucho que nos perdemos de vivir.

Te voy a extrañar y te quiero mucho, tu, el mas cabrón de mis amigos, y el que tenia mas grande el corazón!